Carlos y Alejandra se casaron en una emblemática Iglesia del casco antiguo de Zaragoza. El banquete tuvo lugar en una finca de corte clásico de las afueras de la ciudad.
Tanto la decoración de las estancias como el mobiliario estaba en total consonancia con el estilo de los novios.
Así que la sesión de fotos de los novios fluyó llena de elegancia, con algún contraluz y la suave luz que entraba por las ventanas.